En el mundo laboral, es el empleador quien debe establecer un plan de prevención de riesgos para proteger a sus empleados y garantizar su seguridad. Es responsable de su seguridad y bienestar. Por lo tanto, hay una serie de normas que deben aplicarse en el lugar de trabajo. El objetivo de estas normas de seguridad es reducir o incluso evitar en la medida de lo posible cualquier riesgo de accidente o enfermedad profesional, especialmente aquellos que puedan ser consecuencia de un equipo deficiente o una mala gestión del personal.
Independientemente de su situación, los empleados tienen derecho a un alto nivel de protección colectiva e individual en lo que respecta a la salud y la seguridad en el lugar de trabajo. En virtud de la Directiva europea 89/391/CEE, el empleador está obligado a respetar las siguientes 5 normas de seguridad en el trabajo. El objetivo de esta normativa es mejorar las condiciones de trabajo de los empleados.
Tomar las medidas necesarias para garantizar la salud y la protección de los trabajadores (primeros auxilios de emergencia, concienciación sobre los riesgos de incendio, procedimiento de evacuación si la situación inmediata es grave y peligrosa, etc.) forma parte de las obligaciones del empleador.
A tal fin, es su responsabilidad:
Las medidas preventivas son tan esenciales como las curativas. Por lo tanto, es importante advertir a los empleados de los riesgos a los que se enfrentan en el trabajo, especialmente los riesgos para su salud física y mental.
El empleador debe aplicar medidas para cumplir la norma de seguridad anterior. Estas se basan en las normas de prevención estándar:
El empresario debe tener en cuenta la actividad de su empresa y está obligado a cumplir las siguientes normas.
En primer lugar, el director de la empresa o el responsable de seguridad debe llevar a cabo un plan de evaluación de riesgos para conocer qué puede suponer una amenaza para la salud y la seguridad de los empleados (elección del equipo de trabajo, sustancias químicas o mezclas utilizadas y distribución del lugar de trabajo).
En segundo lugar, deben establecer medidas preventivas y métodos de trabajo adaptados a los riesgos detectados. Los objetivos de estas medidas son:
El empresario debe ofrecer a sus empleados tareas adecuadas en función de su estado actual de salud y sus capacidades (por ejemplo, el grado de movilidad).
Se debe consultar a los empleados si se introducen nuevas máquinas o procedimientos en la empresa. Por ejemplo, el cambio actual en los patrones de trabajo hacia el teletrabajo requiere una nueva evaluación de los riesgos asociados.
Si es necesario adaptar el equipo o las condiciones de trabajo a estas nuevas configuraciones, el empleador debe hacerlo e implementar medidas informativas para educar a los empleados.
El empresario debe tomar las medidas adecuadas para garantizar que los trabajadores con acceso a zonas peligrosas o especiales hayan recibido instrucciones sobre el uso de dichas zonas.
Si varias empresas comparten las mismas instalaciones o locales, todos los empresarios deben colaborar para aplicar medidas comunes de salud, seguridad e higiene, así como para prevenir los riesgos laborales.
La empresa es responsable de las medidas adoptadas para garantizar la salud, la seguridad y la higiene de sus empleados; nunca es responsabilidad de los empleados.