Guía de compra: elige tus EPI con Manutan Expert

Guía de compra: elige tus EPI con Manutan Expert
Partilhar:

Las obras son los lugares en los que los trabajadores corren mayor riesgo de sufrir accidentes laborales. Como empresario, debes adoptar una política de gestión de riesgos apropiada para garantizar un entorno laboral seguro. El uso de equipos de protección individual (EPI) está regulado y únicamente se utilizan cuando la prevención y la protección colectiva ya no son suficientes para evitar los riesgos. En este artículo, te explicamos cómo elegir los tipos de EPI adecuados para los equipos que trabajen en la construcción.

¿Para qué sirven los EPI?

“EPI” corresponde a las siglas de “equipos de protección individual” y es un artículo que forma parte de la estrategia empresarial en materia de salud y seguridad laboral.

En la Unión Europea, el empresario es el encargado de adoptar las medidas necesarias para garantizar la salud y la seguridad de los trabajadores, y tiene que establecer una política de gestión de seguridad laboral que incluya la evaluación de riesgos, la prevención de accidentes y la formación de los trabajadores.

Si los riesgos detectados no pueden erradicarse por completo se recurre a los equipos de protección colectiva (EPC) para proteger el lugar de trabajo. Los EPC protegen tanto a los trabajadores como a las personas que se encuentran cerca de la zona de riesgo (visitantes, inspectores, etc.), y si no es posible instalar equipos de protección colectiva, los empresarios tendrán que utilizar equipos de protección individual (EPI). En la construcción a menudo se utilizan EPC y EPI de manera simultánea, ya que cada uno de ellos responde a un riesgo específico.

En la actualidad, la innovación refuerza las políticas de seguridad laboral de las empresas en distintos ámbitos: por ejemplo, gracias al análisis de datos previo de una obra se pueden anticipar posibles situaciones de riesgo.

Normativa de los EPI en el sector de la construcción

Si los EPI se utilizan sobre todo en la construcción es porque ese sector es de los más afectados por accidentes laborales. En 2019 se registró la tasa de accidentes más alta por cada 100 000 trabajadores. En la UE, entre un 15 y un 30 % de trabajadores están expuestos a riesgos como ruido excesivo, vibraciones, polvo, altas o bajas temperaturas, productos químicos o agentes biológicos.

El reglamento (UE) 2016/425 del Parlamento Europeo y del Consejo alienta a las partes implicadas en la cadena de suministro a garantizar el cumplimiento de los EPI, y Manutan Expert demuestra su compromiso con la seguridad de los trabajadores al garantizar la mejor calidad de sus productos: con más de 50 000 productos de más de 70 marcas, ha desarrollado un amplio abanico de EPI que protegen a cada trabajador de la cabeza a los pies.

Elige un EPI adecuado al sector de la construcción

A la hora de seleccionar los EPI se debe tener en cuenta tanto el trabajo que se va a realizar como la persona a la que va a proteger: no deben entorpecer los movimientos de los trabajadores ni provocarles incomodidad. Para poder tomar la decisión adecuada, es esencial tener en cuenta también los distintos tipos de EPI que se van a utilizar al mismo tiempo.

Protección auditiva

Hay tres criterios que conviene considerar a la hora de elegir protectores para los oídos. Primero, el nivel de protección debe ser proporcional a la intensidad del ruido al que se está expuesto: ciertos sonidos pueden alertar de peligros cercanos o de maniobras que estén realizando otros compañeros, y el exceso de protección aísla a los trabajadores de su entorno, por lo que es necesario analizar primero el nivel de ruido para escoger la mejor protección auditiva.

Además, cuando es necesario comunicarse entre sí es recomendable complementar la protección auditiva con un micrófono: algunos dispositivos están diseñados para bloquear determinadas ondas sonoras sin impedir que se oiga una conversación.

Y, por último, la protección debe ser cómoda y compatible con otros EPI de obra, como los cascos o las gafas de seguridad.

Proteger la cabeza y la cara

La protección de la cabeza y la cara abarca desde los cascos (de seguridad, rígidos, etc.), hasta las gorras antigolpes y las pantallas de protección, y son muchos los riesgos relacionados con este tipo de EPI: caídas, descargas eléctricas, salpicaduras de líquidos, etc.

Para una mayor protección de la cabeza, los EPI deben seleccionarse en función del trabajo que desempeñe cada usuario: los cascos de obra protegen contra la caída de objetos: en el caso de actividades relacionadas con la madera, los cascos incluyen una visera de malla que protege contra las astillas y permite llevar protección auditiva, mientras que los cascos diseñados contra riesgos eléctricos están destinados a quienes trabajen en zonas próximas a líneas de alta tensión.

Casi todos los cascos se pueden ajustar a la forma de la cabeza, tanto en mujeres como en hombres, y los accesorios añaden un plus de seguridad cuando es preciso, como los pasamontañas que se colocan por debajo del casco cuando hace mucho frío, los protectores de barbilla, los auriculares antirruido o las linternas frontales.

A pesar de no existir una norma específica, en general se utiliza un código de colores para los cascos: el blanco es para el jefe de obra o el supervisor, el azul para los peones o los electricistas de las obras, el amarillo para los albañiles, el naranja para los profesionales forestales, y el rojo para Salud, Seguridad y Medio Ambiente (HSE, por sus siglas en inglés).

Equipos de protección respiratoria

A la hora de escoger una mascarilla respiratoria hay que valorar los riesgos a los que se enfrenta el usuario:

  • La exposición a aerosoles y partículas puede prevenirse con mascarillas respiratorias específicas, como medias máscaras y mascarillas protectoras;
  • Los gases y vapores se combaten con máscaras más grandes con filtro;
  • En espacios con falta de oxígeno, los equipos son más potentes e incorporan un sistema de abducción de aire.

Las mascarillas desechables FFP 1, 2 y 3 son las más comunes. Cada número corresponde a un nivel de protección, siendo FFP 3 la que ofrece mayor protección.

Protección visual

Existen varios equipos de protección ocular: gafas, gafas de seguridad, pantallas de protección y cascos de soldar. La protección ocular puede ser complementaria a los equipos de protección respiratoria en caso de riesgo de partículas, gases y humos de origen químico, por ejemplo. Este tipo de EPI para obras también protege contra la luz solar y la radiación (arcos de soldadura).

Existen seis clases de protección ocular –de menor a mayor grado de peligrosidad– y algunas opciones más. Los colores varían en función de si se utilizan en interior o en exterior; para exteriores, es preferible utilizar equipos con protección UV y polarizados; además, el sistema antivaho evita que se te empañen las gafas cuando llevas mascarilla, y el sistema antiarañazos evita que se desgasten con demasiada rapidez.

Protección para los pies

En la construcción, la protección de los pies es indispensable y, como cualquier EPI, debe adaptarse a las necesidades del trabajador y ofrecer las mejores características ergonómicas posibles. El equipo más común es el calzado de seguridad, como las botas protectoras, que tienen las punteras duras para proteger los pies en caso de golpes, como los provocados por la caída de objetos. Además, es preferible utilizar botas y zapatos de seguridad altos para una protección óptima.

La mayoría del calzado de seguridad cuenta también con suelas antideslizantes para mejorar el agarre en superficies resbaladizas. Algunos tienen además una función ortopédica que ayuda a prevenir problemas musculoesqueléticos relacionados con la postura, el permanecer de pie durante mucho tiempo y los pisotones.

Guantes y protección para las manos

Las manos sufren con mucha frecuencia accidentes laborales en multitud de profesiones. Los guantes de protección se pueden clasificar en cinco grupos:

  • Guantes de manipulación;
  • Guantes y muñequeras resistentes a los cortes;
  • Guantes de protección química;
  • Guantes de protección térmica;
  • Guantes desechables.

Cada uno responde a un riesgo específico: cortes, agentes químicos, quemaduras o contaminación. Los materiales de fabricación también dependen del uso al que se destinen. Los guantes de látex o butilo se utilizan en laboratorios, y los guantes desechables de polietileno o látex, en atención sanitaria. Para labores de manipulación, es preferible utilizar materiales resistentes como el cuero, el nailon o el algodón.

En el sector de la construcción se utilizan sobre todo guantes de manipulación, guantes antivibración y guantes anticortes, en función del riesgo al que se enfrenta cada operario, según su oficio y el tipo de obra en la que trabaja. Los guantes de manipulación con tacos, por ejemplo, son idóneos para manipular objetos resbaladizos, y los guantes mitones antichoque protegen la palma de la mano al tiempo que garantizan una destreza óptima.

Equipos de protección anticaídas

Los equipos de prevención de caídas, que constituyen un gran riesgo, merecen una atención especial. Como también protegen contra otros riesgos, las empresas deben empezar por asegurar las zonas de trabajo con equipos de protección colectiva, como redes o barandillas. Cuando el riesgo no esté controlado al cien por cien, los empleados deben equiparse con EPI específicos: arneses, eslingas, mosquetones, bobinas automáticas o puntos de anclaje. Los kits ya preparados facilitan la selección de equipos compatibles.

Los sistemas de protección anticaídas se basan en tres elementos:

  • Ya sea permanente o temporal, el punto de anclaje puede ser una barandilla, un trípode o una cuerda de salvamento a la que se sujetará la persona expuesta al riesgo;
  • El trabajador está equipado con un arnés adaptado a su entorno de trabajo (arnés versátil, anticaídas, de rescate o de suspensión);
  • El sistema de conexión une al individuo con el punto de anclaje, que puede ser un cabo, una cuerda, una bobina automática o una caja.

Protección de la espalda y las articulaciones

Los trabajadores de la construcción son proclives al dolor de espalda. Los cinturones de espalda están diseñados para descargar la columna vertebral durante las tareas de manipulación. Se utilizan para transportar cargas pesadas o ejecutar tareas repetitivas. Para una selección adecuada, hay que tener en cuenta tanto la forma del cuerpo como la actividad del usuario. Este tipo de EPI previene el dolor y el desarrollo de enfermedades relacionadas con afecciones musculoesqueléticas. También supone un alivio para la espalda en caso de dolor previo.

Los protectores para las articulaciones alivian la presión en muñecas, codos y rodillas. Nuestra gama incluye varios productos cuya ergonomía y composición responden a las necesidades de distintos tipos de actividad. Para elegir la protección más adecuada, también hay que tener en cuenta la forma del cuerpo del usuario.

Trajes de protección

Los trajes de protección son imprescindibles tanto en trabajos de interior como de exterior. Estas prendas EPI destinadas al sector de la construcción resisten temperaturas muy bajas y muy altas, protegen a los trabajadores de la radiación ultravioleta, las salpicaduras de metal fundido, el frío extremo, la lluvia, etc., y, más allá de su función protectora, sirven para identificar el puesto que ocupa el trabajador en la obra.

Estas prendas entran en la subcategoría de alta visibilidad: la ropa de alta visibilidad está regulada por una normativa que distingue varios rangos y su principal objetivo es, valga la redundancia, ser visto por los compañeros para evitar accidentes. En función del entorno laboral, se asocian distintos colores a profesiones específicas: en la construcción el amarillo era el más habitual, pero el naranja lo ha sustituido porque atrae menos mosquitos.

Una buena política de seguridad laboral incluye que la empresa facilite EPI adecuados a cada riesgo y a cada persona, decisión que debe basarse en la concienciación de los trabajadores sobre la seguridad en el trabajo y el mantenimiento adecuado de los EPI. Descubre nuestra gama de productos: “EPI“.

 

White Paper

Racionaliza tu cartera de provedores

Nuestra Newsletter

Recibe los últimos artículos de nuestros expertos