Ahorrar energía durante el verano: buenas prácticas para las empresas

Ahorrar energía durante el verano: buenas prácticas para las empresas
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El sol marca el regreso del buen tiempo. Aunque todos esperamos con impaciencia esta época del año, el verano también hace que el aire sea más caliente y seco. Como resultado, este tipo de clima puede alentar a las empresas a consumir más energía. El aire acondicionado y otros aparatos eléctricos tienen que rendir con mayor intensidad para mantener un ambiente confortable en las instalaciones. El resultado es una factura de la luz más elevada y un impacto negativo sobre el medioambiente. ¿Cómo pueden las empresas ahorrar energía durante el verano? Este artículo expone 5 buenas prácticas que te ayudarán a reducir el consumo y el gasto de energía.

1. Utilizar electrodomésticos de bajo consumo

Utilizar aparatos eléctricos de bajo consumo es una forma eficaz de ahorrar energía de una empresa durante el verano. Para saber si un equipo es energéticamente eficiente, comprueba lo siguiente:

  • La etiqueta de eficiencia energética: Igual que sucede con los electrodomésticos, se encuentra en muchos equipos de oficina e indica a los consumidores la clasificación energética de impresoras, fotocopiadoras, escáneres, etc.
  • Etiquetas de calidad: Las etiquetas “Energy Star” o “NF Environment” garantizan que los equipos en cuestión cumplen las normas de calidad y rendimiento energético.
  • La información técnica del dispositivo también puede aportar detalles sobre el consumo energético.

Utilizar luces alternativas es uno de los gestos ecológicos más fáciles de implantar en el trabajo. Se trata, pues, de fomentar el uso de bombillas de bajo consumo (LED o fluorescentes compactas). Este tipo de iluminación es mucho más sostenible y cuesta menos que la incandescente.

2. Optimizar el uso de los equipos informáticos

El uso de dispositivos electrónicos es un factor importante en el consumo de electricidad durante todo el año y especialmente en verano. Esto se aplica principalmente a las empresas del sector terciario, donde la informática es la principal herramienta de trabajo. ¿Cómo pueden las empresas reducir su consumo de energía?

El primer paso para ahorrar en la factura de la luz es de simple sentido común: apagar completamente todos los aparatos que no estén en uso. Las pantallas de ordenador que no se utilizan durante cierto tiempo también pueden entrar en modo de suspensión.

Otra forma de ahorrar energía puede ser sustituir los ordenadores. Por lo general, cuanto más antiguo es un ordenador, más disminuye su velocidad y, a la inversa, aumenta su consumo de energía.

El rendimiento que se exige a este tipo de dispositivos depende del sector de actividad. Cuando una empresa es principalmente digital, se recomienda una actualización cada 3 o 4 años. En otros casos, es posible actualizar los equipos cada 5 años.

Por último, reducir el número de impresoras que se utilizan en las oficinas también reduce la factura energética.

3. Mejorar la gestión de las instalaciones para reducir el consumo eléctrico

Optimizar la gestión de las instalaciones también es una forma de reducir el consumo de energía de las empresas. Durante el verano, conviene favorecer la luz natural siempre que sea posible. En caso de ola de calor en el trabajo, conviene cerrar las puertas y las persianas. Así se evita eficazmente que entre el calor.

Por otro lado, si el tiempo se mantiene templado, es aconsejable ventilar abriendo las ventanas en lugar de encender el aire acondicionado. No cabe duda de que esta medida reduce las facturas de electricidad de las instalaciones. Esta acción tan sencilla también contribuye a proteger el medioambiente.

Las empresas también pueden optimizar su rendimiento energético aprovechando la tecnología. Los termostatos inteligentes permiten ajustar la temperatura ambiente en función de si hay alguien presente y del horario laboral.

Del mismo modo, los detectores de movimiento ayudan a ajustar la temperatura ambiente en función de si hay alguien. Esta tecnología ahorra energía eléctrica porque no enfría innecesariamente espacios vacíos durante el día, la noche, el fin de semana o cuando la empresa está cerrada durante cualquier periodo de tiempo.

El verano también es la estación del polen, que puede ser un problema para los empleados propensos a las alergias. Para que puedan trabajar cómodamente, las empresas pueden instalar purificadores de aire en los locales. Estos dispositivos de tratamiento de aire también están diseñados para eliminar todos los residuos de alérgenos.

4. Hacer que los empleados reflexionen sobre el consumo de energía

Hacer que los empleados piensen en el consumo de energía es un elemento clave para ahorrar energía. El objetivo es animarlos a adoptar pautas de comportamiento adecuadas. Para ello, se pueden impulsar acciones de comunicación interna, como:

  • carteles que recuerden las buenas prácticas;
  • correos electrónicos informativos;
  • formación en medidas ecológicas.

¿Qué acciones pueden ahorrar energía en las empresas? Estas son algunas medidas sencillas que los trabajadores pueden aplicar durante su jornada laboral:

  • Apagar las luces al salir de una sala.
  • Configurar los ordenadores para que entren automáticamente en modo de espera después de 5 minutos de inactividad.
  • Solo imprimir documentos si es estrictamente necesario.
  • Apagar los ordenadores al final de la jornada laboral.
  • Cerrar las puertas de las salas con aire acondicionado.

Todas estas acciones reducen la huella ambiental y suponen un ahorro energético real para las empresas.

Los empleados también pueden colaborar en este proceso de optimización del consumo eléctrico: no deben dudar en informar de cualquier avería en un aparato, así como de cualquier problema con el control de la temperatura.

5. Llevar a cabo una auditoría energética de las instalaciones

La auditoría energética de un edificio informa sobre su rendimiento energético y proporciona recomendaciones para mejorarlo. Esta evaluación ofrece una idea de las obras que es necesario realizar o de las posibilidades de ahorro energético. Si la empresa dispone de zonas verdes, los auditores pueden, por ejemplo, recomendar mantenerlas mediante:

  • Plantas adaptadas al clima local: esta vegetación requiere menos riego, lo que reduce el consumo de energía necesario para su cuidado.
  • Sistemas de riego eficientes, como aspersores de bajo caudal: estos dispositivos reducen el coste energético asociado al bombeo de agua.
  • Estructuras de sombra: estas ayudan a reducir la exposición directa al sol y, en consecuencia, limitan el aire acondicionado necesario.

Ahora ya tienes algunas ideas para responder a la pregunta «¿Cómo pueden las empresas ahorrar energía?». Seguir estos consejos significa tomar medidas inteligentes y sostenibles de ahorro energético. Significa actuar de forma responsable y ahorrar energía a largo plazo.

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