El embalaje al servicio del comercio electrónico

El embalaje al servicio del comercio electrónico
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El comercio electrónico no ha dejado de crecer en los últimos diez años. Mientras que su facturación europea fue de 279.000 millones de euros en 2013, ha alcanzado los 621.000 millones de euros en 2019. En 2020, la crisis sanitaria le ha dado un nuevo impulso. Ante este éxito, la calidad de los envases es más que nunca una palanca de crecimiento esencial para cualquier comercio electrónico.

Según un informe de Ecommerce Europe y EuroCommerce, se espera que el volumen de negocio del comercio electrónico en Europa crezca un 12,7% en 2020, hasta alcanzar los 717.000 millones de euros. En total, sólo Europa representa el 30% del comercio electrónico mundial. Además de la calidad del producto entregado, que obviamente es esencial, el rendimiento logístico es, por supuesto, uno de los principales retos del comercio electrónico. Este rendimiento se basa en parte en la calidad del envase.

Envases adaptados a los retos de la logística

Adaptar el embalaje a las condiciones de transporte

Es importante resaltar que el envase debe asegurar la protección del producto, pero también garantizar sus perfectas condiciones de conservación a lo largo de la entrega. No olvide que el paquete cambiará de entorno varias veces durante su transporte. Desde la mesa de embalaje en el almacén hasta la entrega al cliente final, el producto pasará por varias manos. El embalaje debe ser lo suficientemente resistente y acolchado como para garantizar la protección contra los golpes que puedan producirse. Las dimensiones de los envases también deben estar diseñadas para facilitar la manipulación y optimizar la carga. Por ejemplo, evite empacar en exceso pero tampoco es necesario envasar sus productos en paquetes demasiado grandes. Puede que permitan una mayor amortiguación, pero también ocuparán mucho espacio innecesario en los camiones de reparto. Al final, se corre el riesgo de transportar el vacío y aumentar el número de rotaciones. Esto repercutirá inevitablemente a la factura energética y medioambiental vinculada al transporte de sus paquetes. Un esfuerzo de racionalización en este ámbito tendrá un efecto beneficioso en sus costes, en la satisfacción del cliente y en su política de RSC.

Adaptar el envase a las características del producto

Para evitar estos escollos, elija un embalaje perfectamente adaptado a cada uno de los productos enviados. Una caja de cartón clásica sirve para el embalaje secundario y las películas protectoras para el embalaje primario, ambos son más que suficientes para el prêt-à-porter. Aunque esto no es así para los productos más frágiles, como el vino o las flores. Para garantizar unas condiciones de transporte perfectas, una botella de vidrio, por ejemplo, necesita un contenedor especial en forma de panal con espacio para cada botella y bordes reforzados. Y, por supuesto, en el sector del comercio electrónico de alimentos, los envases primarios y secundarios deben garantizar el perfecto cumplimiento de las condiciones de conservación del producto.

Embalaje que facilita las devoluciones

Según un estudio de UPS, el 76% de los internautas consultan las condiciones de devolución antes de validar un pedido online. Cuanto más sencillo, rápido y cómodo sea el procedimiento, más tranquilo estará el cliente. Los envases y embalajes están en primer lugar para garantizar la tranquilidad y fidelidad del cliente. Por ello, lo ideal es que el envase sea fácilmente resellable y reutilizable. Si el cliente desea devolver el producto, lo único que tiene que hacer es volver a meterlo en su envase original, cerrarlo de nuevo y ¡listo!

El embalaje, su primer embajador

Embalaje y comunicación

No olvide que antes de que el cliente vea su producto, verá primero su paquete. Por eso es esencial es que su marca sea fácilmente identificable desde el envase. Dicho paquete será su primer embajador por tanto, debe englobar el universo de su marca.

El objetivo del envase es garantizar que el cliente disfrute de su paquete. En un mundo minorista que se estructura más que nunca en torno al comercio electrónico, la elección del logotipo, el color, la forma y el tamaño de un envase es una parte muy importante de la estrategia de comunicación de una marca. Más aún cuando se ha puesto de moda una tendencia en Internet: el unboxing, en el que los clientes se graban a sí mismos desempaquetando los paquetes que acaban de recibir. La web se convierte así en un espacio promocional gratuito, facilitado por los propios clientes. Eso sí, con la condición de que la experiencia del cliente con el envase sea plenamente satisfactoria. Un paquete difícil de identificar, dañado o con dificultades para desempaquetar, y el mal rollo está garantizado.

Embalaje y territorio de la marca

Una vez más, en el mundo del comercio electrónico, el paquete es el primer punto de contacto físico entre usted y su cliente. Una de sus funciones es, por tanto, mantener un fuerte vínculo emocional entre los compradores y la marca en la que confían. Por ello, toda la experiencia del cliente vinculada al envase debe ser coherente con los valores que transmite la marca. Por ejemplo, una marca que tiene un fuerte compromiso medioambiental pero que no utiliza el diseño ecológico en sus envases se arriesga a perder credibilidad ante sus clientes.

Política de envasado y RSE

La preocupación por el medio ambiente está plenamente integrada en muchas empresas. También corresponde a una expectativa fuerte y claramente expresada por los consumidores. Una marca capaz de ofrecer envases ecológicos tendrá todas las posibilidades de ganarse los votos de sus clientes. Por eso es fundamental ofrecer hoy en día envases reciclados y reutilizables. Esto beneficiará a su marca, a sus clientes y al planeta.

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