Dado que implica el movimiento a gran escala y a larga distancia de pedidos entre clientes y proveedores, la cadena de suministro tiene un impacto significativo en el medio ambiente. Sin embargo, existen soluciones para reducir su huella de carbono y limitar su impacto en el clima.

Puede parecer obvio, pero el primer requisito para una logística más ecológica es precisamente hacer que toda la cadena de suministro sea ecológica. Esto significa integrar las preocupaciones medioambientales y sobre el cambio climático en cada eslabón de la cadena.

Creación de una cadena de suministro ecológica

La implementación de esta cadena de suministro ecológica requiere un alto grado de compromiso por parte de toda la empresa. Solo un enfoque global permite obtener un resultado a largo plazo. Desde el embalaje hasta el suministro, pasando por la organización de los almacenes y la optimización del transporte y la distribución… todas estas etapas deben redefinirse con un único objetivo: reducir al máximo la huella medioambiental relacionada con la logística. El despliegue de una metodología inspirada en los principios de Lean Logistics —que se basa en el aprendizaje permanente y la mejora continua— es fundamental. Mejora la agilidad de su logística y el rendimiento de sus flujos.

En muchos sentidos, el afán de obtener un mayor rendimiento también puede ser bueno para el planeta. El seguimiento de las fuentes de residuos, la prevención de errores de recogida o el almacenamiento innecesario contribuyen a reducir los residuos, la contaminación, el consumo de energía y las emisiones de CO₂ en su cadena de suministro.

Desarrollo de una política de compras responsable

Al implicar principalmente al flujo de pedidos y suministros, la cadena logística está estrechamente vinculada al departamento de compras. Por ello, el desarrollo de una política de compras sostenible tendrá un efecto positivo en el impacto medioambiental de su cadena de suministro.

La compra sostenible no solo promueve la economía circular —basada en el diseño ecológico, la reutilización y el reciclaje de productos—, sino que además anima a los compradores a favorecer los circuitos de menor recorrido y a los proveedores locales. Si las distancias recorridas disminuyen, también lo harán las emisiones de CO₂. Así pues, es probable que esta estrategia mejore el rendimiento general de su empresa. En octubre de 2020, un estudio sueco estimó que la economía circular podría generar hasta 535 000 millones de ahorro a nivel europeo para 2030.

La compra responsable también depende de sus proveedores. Asegúrese de que ellos mismos también aplican estrictos criterios medioambientales. Esto no solo debería afectar a los proveedores de primer nivel, sino también a los de nivel inferior. Un artículo publicado recientemente en la Harvard Business Review destaca la necesidad de un enfoque holístico a todos los proveedores, independientemente de su posición en la cadena de suministro.

Desarrollo de nuevos indicadores de rendimiento para su cadena de suministro

Evaluar correctamente el rendimiento medioambiental de su cadena de suministro implica ser capaz de medirlo con precisión. Además de los MPI (indicadores de eficacia de la gestión) y los OPI (indicadores de rendimiento operativo), los EPI (indicadores de comportamiento medioambiental) deben merecer ahora toda su atención. Los indicadores de interés incluyen:

Consumo de energía de suministro, entrega y almacenamiento.

Encuentre nuestros consejos y selecciones para apoyarlo en su enfoque de RSE:

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^[1] Liderazgo intelectual, inteligencia en tiempo real y el futuro de la cadena de suministro, Orange Business Services, 2020